Si estás leyendo este post es porque trabajas con alumnos que presentan distintos tipos de necesidades educativas especiales. Por eso, queremos clarificar en que consisten y explicar algunas de las más frecuentes.
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Dificultades de lectura
¿Qué son las Necesidades Educativas Especiales (NEE)?
Primero, tenemos que definir a qué nos referimos con Necesidades Educativas Especiales, principalmente, porque hay distintos criterios para clasificarlas. En general, hablamos de alumnos que presentan ciertas dificultades en el acceso a la educación.
Las NEE son demandas específicas de los estudiantes para adaptarse al proceso de aprendizaje
No obstante, no tenemos que confundirlas con las necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE). Y es que este término abarca otras situaciones, como altas capacidades, dificultades específicas de aprendizaje o la incorporación tardía al sistema educativo, por ejemplo. Veamos sus principales diferencias:
| NEE | NEAE |
| Concepto más amplio | Necesidades más específicas |
| Busca la inclusión educativa | Adapta y personaliza la enseñanza |
| Incluye casos de discapacidad | Se trata, más bien, de dificultades de aprendizaje |
| Requiere intervenciones multidisciplinares | Pone en marcha apoyos educativos específicos |
Por todo ello, vamos a ver los distintos tipos de necesidades educativas especiales.
Principales tipos de necesidades educativas especiales
En función de las dificultades que se observen y el diagnóstico posterior, podrás enfrentarte, entre otros, a estos tipos de necesidades educativas especiales.
Discapacidad
Si seguimos las indicaciones de la LOMLOE, toda discapacidad puede presentar dificultades para acceder al currículo de manera igualitaria. Por tanto, necesitan apoyos y adaptaciones curriculares.
| Discapacidad motriz | Sensorial | Intelectual | TEA |
| Como parálisis cerebral o movilidad reducida | Auditiva o sensorial | Trastornos del desarrollo, como el síndrome de Down | Trastorno del Espectro Autista |
Trastornos del aprendizaje
Asimismo, a veces la dificultad se encuentra en la forma de acceder al conocimiento. O, dicho de otra manera, en la capacidad para procesar y adquirir información de manera eficaz. Así, se pueden clasificar en:
- Dislexia: dificultad para la lectura y la escritura.
- Discalculia: dificultad para comprender las matemáticas y los números.
- Disgrafía: dificultad en la escritura.
Trastornos de conducta y emocionales
En este caso, hablamos de situaciones más bien emocionales o de conducta que afectan al desempeño escolar. Por ejemplo, trastornos de ansiedad, depresión o trastornos de la conducta (TDAH, entre otros).
Altas capacidades
Aunque pudiera resultar contradictorio, también es necesario establecer medidas específicas para atender a alumnos con altas capacidades.
Por su parte, los alumnos con altas capacidades pueden requerir:
- Mayor estimulación académica
- Adaptaciones curriculares
- Enriquecimiento del currículo en áreas concretas
Desventaja social y económica
Por otra parte, las necesidades educativas especiales pueden provenir de situaciones de desventaja social o económica. Por ejemplo, la falta de recursos materiales, la inestabilidad familiar o problemas de convivencia pueden derivar en dificultades en el proceso de aprendizaje.
Así, en estos casos, se proponen medidas de compensación educativa y apoyo en igualdad de condiciones.
Necesidades asociadas a la lengua
Finalmente, los contextos de diversidad lingüística también pueden derivar en algunas necesidades adicionales. Es el caso de los estudiantes cuya lengua materna no sea el idioma de instrucción. Por ello, es fundamental proporcionarles apoyo en el aprendizaje de la lengua, como los programas de enseñanza del español como segunda lengua.
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¿Cómo detectar los tipos de necesidades educativas especiales?
En general, podemos decir que la detección de estas necesidades especiales comienza en la evolución del aprendizaje de los alumnos. Es decir,
| Presentan dificultades en la adquisición de conocimientos | Lo hacen de manera más lenta que el resto de sus compañeros | O no coincide con su etapa evolutiva |
En consecuencia, estas son algunas pistas para detectar los diferentes tipos de necesidades educativas especiales:
- Inadaptación al entorno de aprendizaje: al aula o a la dinámica de las clases.
- Dificultades relacionadas con la salud, la salud mental y la afectividad.
- Problemas en áreas de aprendizaje específicas, como lectura, comprensión o escritura.
- Desafíos sensoriales o físicos: problemas auditivos, motores, visuales o físicos.
- Dificultades para comunicarse, expresarse o entender a los demás.
Pautas de trabajo con las necesidades educativas especiales
Por último, queremos terminar con algunas indicaciones generales sobre el trabajo en estas situaciones.
- Permanencia en el aula. Procurar que los alumnos con NEE permanezcan en el aula con su clase el mayor tiempo posible. La idea es que trabajen la mayor cantidad de contenidos comunes.
- Accesibilidad y multisensorialidad. Por un lado, eliminar las barreras físicas y, por otro lado, utilizar materiales didácticos a los que se pueda acceder de distintas maneras.
- Maestros especializados en NEE. Los tutores o acompañantes terapéuticos asistirán a los alumnos que más lo necesiten, para promover su participación en el aula.
- Orientación y repetición. Quizá sea necesario pautar más cada actividad y repetir el mismo tipo de ejercicio, para que todos puedan aprenderlo y asimilarlo.
- Recursos visuales. Es decir, todo lo que sea incorporar la tecnología al aula, diversificará la forma de aprender los distintos conocimientos.
- Refuerzo positivo. Esto sirve para todos. Y es que cuando nos damos cuenta de nuestros logros, crece nuestra motivación para seguir mejorando, también en lo que nos cuesta más.
En definitiva, todo consiste en detectar los tipos de necesidades educativas especiales para darles la mejor atención posible, dentro y fuera del aula. Y, así, que todos tus alumnos aprendan a su ritmo y de la mejor manera posible.
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