¿Se acercan los exámenes y a tus alumnos se les echa el temario encima? No te preocupes, porque con estas 20 técnicas de estudio para adolescentes aprenderán a estudiar de forma sencilla y eficaz. Si quieres que se conviertan en unos expertos del estudio… ¡sigue leyendo!
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Técnicas de estudio para adolescentes
Son herramientas y estrategias educativas que buscan ayudar al alumno en el estudio.
Y, gracias a ellas, se quiere que logren alcanzar su máximo rendimiento. A continuación ofrecemos 20 técnicas de estudio para adolescentes que les serán útiles para estudiar mejor y más rápido:
1. Pomodoro
La primera de las técnicas de estudio para adolescentes que puedes recomendarles es el método Pomodoro. Se centra en la organización del tiempo de estudio y los descansos, para asegurar el máximo rendimiento mental durante el proceso.
Un Pomodoro= 25 minutos:
- Inicia el primer Pomodoro de 25 minutos.
- Descansa 5 minutos. Y mejor sin móviles o aparatos electrónicos.
- Inicia el segundo Pomodoro.
- Descansa 10 minutos.
Es decir, el objetivo es repartir los ratos de estudio en estas secuencias, para mantener la mente fresca y activa durante más tiempo.
2. Mapas mentales
En segundo lugar. lLos mapas mentales tienen muchos beneficios en el aula. Entre otros, permiten organizar la información de forma clara y jerarquizar las ideas principales. También se pueden combinar con juegos de palabras, colores o imágenes para facilitar su memorización, y aprovechar, de esta manera, el Visual Thinking.
3. Resúmenes
Un resumen debe sintetizar la información principal y explicarla de forma clara y concisa. Puede servir tanto como método de estudio como de repaso, poniéndose a prueba para comprobar si se ha comprendido el temario.
Eso sí, es importante realizar primero una lectura comprensiva y, después, relacionar la idea principal con otras secundarias. Así, logramos una comprensión global.
4. Listas
Las listas siempre son buenas técnicas de estudio para adolescentes y para cualquiera en realidad. Sirven para organizar el estudio y tener una visión global del trabajo pendiente.
Realizar un índice de los contenidos ayudará a los alumnos a fijar todo el temario y a organizar el trabajo pendiente.
Así, serán capaces de calcular mejor el tiempo de estudio de acuerdo con el peso de la asignatura.
5. Esquemas: el must de las técnicas de estudio para adolescentes
Por un lado, son una excelente forma de reflejar las relaciones y los vínculos entre las ideas. Por otro lado, les ayudarán a conectar los aspectos más importantes y a visualizar en qué orden redactarlos y explicarlos posteriormente.
6. Cuadro comparativo
La mayor ventaja de esta técnica de estudio para adolescentes es la posibilidad de comparar similitudes y diferencias entre dos conceptos.
- Ayuda a la comprensión de ambos.
- Facilita la relación de ideas.
- Ofrece una visión organizada.
- Clasifica el temario de una forma mucho más sencilla.
7. Realizar ejercicios
En efecto, ¡la práctica hizo al maestro! La mejor forma de aprender es haciendo, así los alumnos aplicarán la teoría en el ámbito práctico y se pondrán a prueba a sí mismos. Esto facilitará un diálogo profesor-alumno sobre las dudas en la realización de ejercicios y creará una dinámica interactiva en el aula.
8. Explicar el tema
¿Tus alumnos saben el temario pero no logran explicarlo correctamente? Pues explicar a otra persona el contenido es una forma de comprobar si lo han comprendido realmente. De hecho, pondrá a prueba su capacidad para relacionar las diferentes ideas y lograr una coherencia global de lo estudiado.
9. Leer en voz alta
Además de explicar el contenido a otra persona, repetir el tema en voz alta les ayudará a descubrir lagunas en su memoria.
- Asimismo, ejercitarán su argumentación.
- Mejorarán la capacidad de explicación de los conceptos clave.
- De igual forma, estimulará su memoria auditiva.
- Y les ayudará a retener los contenidos más fácilmente que leyéndolos en silencio.
10. Encontrar exámenes pasados… ¿son técnicas de estudio para adolescentes?
Pues sí. A veces hay que rebuscar en el cajón viejos modelos de evaluación para ver posibles formas de preguntar el temario. Es interesante que los alumnos descubran cómo se ha examinado anteriormente ese contenido, para que comprueben si serían capaces de resolverlo. Lo que nos lleva al siguiente paso…
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11. Autoevaluación
En efecto, tratar de resolver antiguos exámenes es el mejor simulacro. Incluso podrían ser ellos mismos quienes se cuestionen qué preguntas plantearían si fueran el profesor. Después de responder en un tiempo limitado, pueden utilizar los apuntes o el libro para «corregir» sus propias respuestas.
12. Calendario de estudios
Por otro lado, la organización del temario con respecto al tiempo es una forma inteligente de estudiar. De esta manera, tomarán conciencia del trabajo al que se enfrentan y de cómo deben organizar su día para alcanzar su meta antes de la fecha límite.
13. Organización del tiempo
Esta está muy relacionada con la técnica anterior, pero es importante resaltar la importancia de la rutina. Disponer de un horario concreto de estudio hará que el cerebro esté más receptivo y activo a la hora de trabajar. Del mismo modo, estudiar en el mismo lugar contribuye a centrar la atención.
14. Grupos de estudios: técnicas de estudio para adolescentes con más dificultades
Siempre hay alumnos con más dificultades para estudiar. Por eso, ¿por qué no invitarles a estudiar con sus compañeros? Les enriquecerá conocer otros puntos de vista, las dudas, las formas de comprender de los demás, y también tener que explicar sus propias ideas.
15. Flash cards, fichas de estudio o tarjetas de estudio
Estas tarjetas son una forma didáctica de estudio, en las que se escribe una pregunta en un lado de la tarjeta y la respuesta en el otro lado. Se puede adaptar a todas las asignaturas con definición de conceptos, preguntas abiertas, fórmulas, etc. Es muy útil para recordar la información y estudiar con la dinámica de juego. Por ejemplo:
Fuente: educalive
16. Apuntes clásicos
No obstante, no podemos olvidar algunos métodos tradicionales muy eficaces. Por ejemplo, los apuntes mejoran la concentración y la memorización de los conceptos. Además, la escritura manual les ahorrará tiempo de estudio porque habrán ido integrando y aprendiendo muchos de los aspectos vistos en clase.
17. Subrayar lo importante
¿Subrayar se puede considerar una técnica de estudio para adolescentes? Pues sí, ya que tiene muchos beneficios, desde la selección de ideas principales hasta la memorización del contenido de forma visual. Es más, ayuda a los alumnos a localizar las palabra claves de un vistazo y, asimismo, el uso de colores creará relaciones mentales entre los términos de forma rápida.
18. Mnemotecnia
Esta técnica de estudio para adolescentes se basa en la relación de un concepto con una imagen o un juego de palabras. Un ejemplo de su uso sería estudiar la tabla periódica creando frases con sus nomenclaturas. De hecho, es muy útil para recordar palabras complejas o incluso nombres.
19. Método de Cornell
¿Lo conoces? Es una forma de tomar apuntes que trata de hacer que los alumnos no solo copien el temario, sino que también reflexionen. Para ello, se debe dividir la hoja en dos columnas de la siguiente manera:
20. Pódcast: última de las técnicas de estudio para adolescentes
Por último, no podíamos terminar sin hablar un poco más de la memoria auditiva al retener información. La ventaja principal de los pódcast radica en su economización del tiempo. Los alumnos pueden escucharlo mientras realizan otras actividades de su día a día y ahorrarán tiempo. Sin duda, la combinación perfecta será alternarlo con la lectura de los contenidos.
En definitiva, son muchas las técnicas de estudio para adolescentes que puedes enseñar o proponer en tu clase. La clave es que cada uno pueda elegir la mejor según la asignatura, su estilo de aprendizaje y el contenido al que se enfrenta. ¡Así se convertirán en unos maestros del estudio!
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