Aunque lo peor parece que ha pasado en lo que a la pandemia se refiere, las secuelas psicológicas debidas a la ansiedad por coronavirus aún están ahí. Después de meses de confinamiento, hemos empezado a recuperar algunos hábitos y poco a poco vamos volviendo a nuestra vida normal. Una de las consecuencias de esos cambios en nuestra rutina es la ansiedad que nos ha generado la situación de alarma por coronavirus. Y esta no tiene edad, así que puede sufrirla cualquier miembro de la familia. Veamos qué es y cómo superarla en familia.
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¿Qué provoca la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta natural e involuntaria frente a situaciones o hechos que son percibidos por la persona como algo peligroso o amenazante. Hasta cierto punto es beneficiosa, porque
el ponerse alerta es un instinto que nos mantiene a salvo.
Si quieres comprender mejor qué es la ansiedad, te recomendamos este glosario de emociones que explica qué es la angustia y cómo son las emociones derivadas del miedo. Son emociones que nos son muy útiles porque nos ayudan a reaccionar ante los peligros.
Pero cuando se convierte en patológica es cuando supera los límites de lo normal. Algo que debemos evitar. En muy poco tiempo pasamos de pensar que el coronavirus era un virus más a tener que confinarnos para evitar padecer la COVID-19. De repente hemos pasado a un estado de preocupación, miedo al contagio y cambio de nuestras rutinas.
Sentimos miedo al contagio, al nuestro o a que se contagie nuestra familia. Y todos hemos pensado qué pasaría si nos tocara a nosotros. Hay quien, además, ha sufrido pérdidas de familiares y amigos. Quien más y quien menos
▪️ se ha preocupado por su futuro laboral;
▪️ ha tenido incertidumbre por las vacaciones,
▪️ por la vuelta a los centros educativos de los más jóvenes,
▪️ por su equilibrio mental, etc.
Todo ello ha provocado un estado lógico de preocupación, y en muchos casos también de ansiedad por coronavirus. Pero hay que superarlo y seguir avanzando. Juntos, en familia.
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La ansiedad tiene un gran componente genético, pero también tiene una parte muy importante que es adquirida. Por ello, de cara a superar los miedos al coronavirus, la mejor opción es empezar por uno mismo para, como adulto, dar ejemplo a los hijos.
Todos sentimos preocupación y miedo cuando nos cambian las rutinas o nos sacan de la zona de confort. Pero también debemos encararlo y asumirlo poco a poco y con tranquilidad.
¿Qué podemos hacer a nivel individual para superar la ansiedad por el coronavirus?
- Mantenerse informado para saber cómo prevenir. Eso sí, la sobreexposición a la información no ayudará a calmar esa ansiedad.
- Aceptar la ansiedad. Como ya hemos comentado, es un sentimiento natural y no debemos luchar contra ella. Tampoco ignorarla. Aprender a convivir con ella es lo más saludable.
- Destacar el lado positivo de lo que estamos viviendo: la unión de las familias, el aumento del tiempo que pasamos en familia, volver a valorar los pequeños placeres de la vida…
- Pedir ayuda a un especialista si vemos que no somos capaces de controlarlo.
Una vez que sabemos que somos capaces de controlar la lógica preocupación por los cambios que estamos viviendo, tenemos también que saber transmitir esa calma al resto de familiares y amigos. No es fácil, pero si quieres aprender, este artículo sobre cómo educar las emociones en casa y en el colegio te puede resultar útil.
¿Cómo dar buen ejemplo a los niños y adolescentes?
Los padres tienen tendencia a preocuparse por los más pequeños. Sin embargo, estos tienen una capacidad de adaptación asombrosa. Mejor que la de los adultos. Además, hay muchas cosas que podemos hacer para ayudarles a que no lleguen a sentir ansiedad.
- Establecer nuevas rutinas. Una vez adquiridas nos vuelven a proporcionar una sensación de seguridad muy beneficiosa.
- Mantener a los niños informados de manera simple. Explicar en su propio lenguaje qué pasa y cómo van a ir sucediéndose los acontecimientos. Y que entretanto vamos a disfrutarlo juntos.
- Mantener el contacto con amigos y familiares, aunque sea virtual o con las medidas de prevención necesarias.
- Ser proactivo: organizar actividades y hacer planes. Ayuda a mantener la mente ocupada y resulta estimulante.
Y en cualquier caso, mantenerse atento a cualquier cambio en el comportamiento de algún miembro de la familia. Para tratar de ayudarles a que la ansiedad no se convierta en un problema de salud. Si quieres profundizar en cómo ayudar a niños y adolescentes a gobernar mejor sus emociones y crecer como personas, te recomendamos echar un ojo al programa de valores y educación emocional de secundaria Talentum.
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