El alumno es protagonista de su aprendizaje, pero necesita un docente cerca que le guíe, le corrija y le anime. Por eso, los refuerzos y castigos bien empleados pueden motivar a los alumnos y orientarles si se desvían. Así que en este artículo te damos 10 ideas para reforzar y una guía para aplicar castigos punitivos y restaurativos.
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¿Qué son los refuerzos y castigos?
Los refuerzos y castigos son el feedback que recibimos ante nuestras acciones y que influyen en que las repitamos o no. Las consecuencias de nuestra conducta, los refuerzos y castigos, pueden ser:
- Positivos: dan algo.
- Negativos: quitan algo.
| Qué es | Ejemplos | |
| Refuerzo positivo + | Intervenir, reconocer y celebrar una buena acción. | Regalar un libro a un alumno. |
| Refuerzo negativo – | Dejar de hacer algo para premiar a alguien. | No controlar la tarea de un alumno para demostrar que confiamos en él. |
| Castigo positivo + | Intervenir para corregir una mala acción. | Acordar con la familia del alumno que ayude en un voluntariado. |
| Castigo negativo – | Dejar de hacer algo bueno o privar de algo. | Dejar a un alumno sin viaje de fin de curso. |
En definitiva, los refuerzos y castigos son la respuesta del docente ante el comportamiento del alumno. A continuación, presentamos ejemplos concretos de refuerzos y castigos ante determinados tipos de conductas. ¡Esperamos que te sirvan!
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¿Cómo castigar?
Ante conductas disruptivas e, incluso, ante faltas graves, los castigos pueden consistir en:
- Estrategias preventivas: integrar la educación emocional en el Plan de Acción Tutorial o establecer una Asamblea de clase para pactar normas y compromisos con los alumnos.
- Justicia punitiva: aplicar sanciones proporcionales a la gravedad de la falta para que aprenda el infractor y se disuada al resto de personas de hacer lo mismo.
- Justicia restaurativa: reparar el daño causado, fortalecer vínculos y rehabilitar a la persona infractora, separándola de su mala conducta.
Además, en esta tabla se resumen las principales conductas tipificadas y sus sanciones correspondientes, según los reglamentos educativos de España. Así, los castigos positivos, punitivos y restaurativos pueden ser:
| Conductas sancionables | Sanciones aplicables | |
| Faltas leves | -Faltas de puntualidad y asistencia.-Pasividad.-Pequeños daños materiales.-Injurias y agresiones físicas contra compañeros y comunidad educativa. | -Amonestación privada.-Amonestación por escrito.-Tareas en horario no lectivo.-Tareas para reparar y mejorar las actividades del centro.-Comparecencia inmediata ante el jefe de estudios. |
Faltas graves | -Reiteradas faltas leves.-Suplantación de identidad.-Falsificación de documentos académicos.-Sustracción de bienes.-Incumplimiento de sanciones.-Consumo de sustancias nocivas en el centro.-Agresión física grave. | -Privación del tiempo de recreo.-Comparecencia inmediata ante el director.-Cambio de clase.-Suspensión temporal del derecho de asistencia al centro. |
| Faltas muy graves | -Tres faltas graves en el mismo curso.-Daños materiales muy graves.-Amenazas o coacciones.-Humillaciones contra cualquier miembro de la comunidad educativa, sobre todo si tienen componente sexual, racial o xenófobo, o contra alumnos con necesidades educativas especiales. | -Suspensión del derecho de asistencia al centro entre una y dos semanas.-Pérdida del derecho a la evaluación continua.-Tareas que contribuyen a reparar daños materiales o mejorar el centro durante 6 meses.-Tareas en horario no lectivo durante 1 mes.–Expulsión. |
¿Cómo reforzar?
A veces las conductas disruptivas y los castigos hacen tanto ruido que eclipsan las buenas conductas de la mayoría de los alumnos. Y podemos dar por hecho sus buenos comportamientos, cuando, en realidad, deberían recibir tanta o más atención que los alumnos más problemáticos.
Por todo ello, esforcémonos por reforzar a los alumnos que quieren aprender y crean un ambiente agradable en clase con estas 10 ideas:
- Prestar atención. Por mucho ruido que hagan las conductas disruptivas, los alumnos que mejor se comportan merecen atención, escucha y consideración.
- Dar tiempo. Podemos pasar tiempo con ellos, conversar, ofrecer tiempo libre o dar más tiempo de lo normal para realizar una tarea.
- Felicitar. Reconocer y celebrar que han hecho algo bueno. Puede ayudar otorgar emblemas y puntos, como en la gamificación del aprendizaje.
- Confiar. Dar tiempo y espacio, permitir que el alumno se equivoque, respetar sus ritmos con paciencia y apoyarle en su proceso de aprendizaje.
- Dar libertad. Cuando alguien nos da confianza, en realidad nos está dando libertad, uno de los mayores regalos que alguien puede hacernos.
- Abrir oportunidades. Dar pistas a un alumno para ayudarle a crecer e investigar, despertando su curiosidad y su creatividad.
- Encauzar talentos personales. Conocer bien a tus alumnos es fundamental para saber sus inquietudes y gustos, y, así, poder regalarles libros o juegos que sepas que les ayudan a crecer.
- Brindar apoyo económico y material. Si hay un alumno empeñado en aprender, inquieto por un tema en particular y que disfruta con ello, podemos ayudarle con becas o recursos económicos.
- Dejar participar. Otra muestra de confianza como refuerzo es dar responsabilidades a los alumnos como, por ejemplo, organizar una excursión o asistir a un claustro de profesores.
- Dar las gracias. Sencillamente, decirle a un alumno en particular que agradecemos su conducta.
En resumen
Las acciones de los alumnos tienen unas consecuencias. El feedback de los profesores, por ejemplo, puede ser intervenir de algún modo para corregir, o dar un paso atrás para dejar libertad. Sea lo que sea, los refuerzos y castigos bien empleados motivarán a los alumnos a rectificar y a mejorar. ¡Atrévete a aprender!
Bibliografía
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Uruñuela, P. (2020). El Plan de Convivencia del Centro Educativo. Madrid: Narcea.
Vera, J., Mora, V. y Lapeña, A. (2006). Dirección y gestión de centros docentes. Barcelona: GRAÓ.
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