No es fácil dar una respuesta satisfactoria a la pregunta de cuáles son las prácticas más dudosas para trabajar la comprensión lectora. Normalmente, los estudios empíricos se hacen para comprobar la eficacia de algo que se supone que va a funcionar bien y no suelen preocuparse por propuestas que carecen de fundamentación.
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La comprobación empírica
Hay un principio en el desarrollo de métodos de intervención que es:
el que propone algo debe demostrarlo.
Dicho de una manera muy bruta, alguien podría proponer que sujetar un libro por debajo de la axila mejora la comprensión lectora. Al fin y al cabo, muchos intelectuales han sido vistos en esa postura. En principio, quienes se dedican a la investigación no deberían preocuparse por estudiar ese método de mejora. Su fundamentación es absurda y no encaja con lo que conocemos acerca del desarrollo de la comprensión.
Si el promotor de la idea adopta la postura de «nadie ha demostrado que esto sea incorrecto», está haciendo pseudociencia, ya que debería ser él quien se preocupase por comprobar la eficacia o por reconocer que no hay pruebas de que su propuesta sea eficaz. Tiene que demostrar experimentalmente su hipótesis.
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6 prácticas dudosas
Dicho esto y pidiendo perdón por anticipado si hay algo que pasamos por alto, algunos métodos que a veces se ofertan para mejorar la comprensión lectora, sin que haya pruebas sólidas de su eficacia, son:
- Terapia visual o terapia optométrica: ejercicios oculares para influir en los movimientos que los ojos realizan durante la lectura.
- Terapias de integración auditiva como las de Tomatis, Berard o Sena System se basan en la escucha de sonidos previamente filtrados.
- Intervenciones perceptivo motrices: reeducación de la lateralidad, gateo, terapia de movimientos rítmicos, Brain Gym, integración de reflejos primitivos, kinesiología.
- Técnicas de lectura ultrarrápida: programas que prometen velocidades lectoras superiores a las de un adulto competente (hasta 300 palabras por minuto).
- Lentes tintadas o filtros de colores: gafas con cristales especiales de colores.
- Neurofeedback: intervenciones basadas en la recogida de información sobre la actividad eléctrica cerebral, con el objetivo de propiciar estados de atención o relajación.
En la actualidad se debate sobre los programas de entrenamiento de la función ejecutiva o entrenamiento neurocognitivo, en los que se mejoran habilidades de atención, flexibilidad de pensamiento y memoria de trabajo o planificación.
Los estudios tratan de demostrar si producen un efecto positivo sobre el rendimiento escolar y, más en concreto, sobre la comprensión lectora. En general, los resultados apuntan a que ese efecto es inexistente o pequeño.
En definitiva, para mejorar la comprensión lectora no vale cualquier cosa. La eficacia de las intervenciones ha ser de demostrada empíricamente, como hacen las pruebas PIRLS que miden la comprensión lectora con sus cuatro procesos de comprensión. En VOCA nos apoyan en evidencias científicas y seguimos el modelo de PISA-PIRLS en el programa de primaria Abrapalabra y en el de secundaria Entrelíneas.
Más información en el blog de Juan Cruz Ripoll
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