Todos perseguimos la felicidad y parece que vivimos para lograrla. Pero ¿sabemos qué es? ¿Quieres poder hablarles a tus alumnos sobre la felicidad para que sean verdaderamente felices? Entonces este post es para ti.

 

 ¿Qué es la felicidad?

¿Quién no se lo ha preguntado? De hecho, es uno de los temas sobre el que más se ha reflexionado y debatido. Por eso, vamos a empezar con algunas definiciones y corrientes de pensamiento sobre la felicidad. 

En primer lugar, nuestra querida RAE, que dice que es un ‘estado de grata satisfacción espiritual y física’. Pero junto con esta definición «estándar», encontramos también otros puntos de vista filosóficos:

• Eudemonismo. La escuela de Aristóteles «establece la felicidad como fundamento de la vida moral». Así, ser feliz implica lograr la autorrealización y las metas propuestas. 
• Estoicismo. La felicidad se alcanza a través de la virtud moral, o de la ataraxia, es decir, la ausencia de trastornos del alma y la serenidad. En otras palabras, llevando una vida sencilla, en virtud, razón e imperturbabilidad.
• Hedonismo. En el otro extremo, Epicuro la sitúa en el placer, físico e intelectual, evitando todo tipo de sufrimiento.

 

En resumen, no parece fácil encontrar un único sentido para este término. Más bien parece que 

la felicidad es un estado subjetivo, que cada persona experimenta de forma diferente. 

 

Desde luego, no existe una fórmula de la felicidad ni un consenso, pero sí esa búsqueda de un estado de satisfacción. Incluso existen países más felices que otros. Por todo ello, la tarea es individual: descubrir qué la provoca y cómo alcanzarla.

 

¿Existe la felicidad?

Ahora bien, si consideramos la felicidad como una alegría duradera, inmensa y desbordante, donde todo parece bonito y bueno; contraria al enfado, la ira, la tristeza, la pena o el dolor, tendremos que afirmar que 

la felicidad completa y para siempre no existe.

 

Pero tranquilos, no somos pesimistas; simplemente, tendremos que aclarar los términos. Porque es imposible esquivar toda tristeza y todo sufrimiento de la vida humana. El dolor es parte de nuestra vida. Y es que ser feliz y la felicidad son cosas distintas. 

• La felicidad parece algo estático que se encuentra y ya no se puede perder, pero eso no pasa en la realidad… La felicidad a veces dura poco.
• Sin embargo, sí podemos adoptar una actitud de acogida y aceptación ante todo lo que nos suceda. Y, de esta manera, minimizar el efecto negativo en nosotros y mantener esa paz.  

Precisamente, la segunda acepción del término en el diccionario dice: ‘Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz. Ejemplo: Mi familia es mi felicidad’. Qué bonito, ¿no?

Y es que creemos que hay personas, actividades y situaciones que nos ayudan a ser felices, a sentirnos bien, realizados, satisfechos y virtuosos. Eso sí… ¿es tan fácil explicárselo a los alumnos?

 

 

Cómo hablar de felicidad en el colegio

Primero, la clave para hablar sobre esta emoción es transmitirla. Si eres una persona alegre, serena, optimista, se nota y hasta se contagia. Después, queremos hablar de Victor Frankl. Fue un neurólogo austriaco que sobrevivió durante tres años en distintos campos de concentración nazis. 

Una vez liberado, se hizo famoso por su libro El hombre en busca de sentido. Es ahí donde él define la felicidad: encontrar sentido a lo que sucede en la vida. Esta puede ser la otra clave para hablar en el colegio. 

También te dejamos algunas ideas prácticas para hablar de la felicidad a tus alumnos: 

1. Desarrollo personal. Todo lo relacionado con la mejora personal, descubrir los talentos y capacidades, crecer en valores y virtudes, y conocer sus emociones puede tener un buen efecto sobre el nivel de felicidad. 
2. Ambiente sano. En general, todo lo que nos ocurre afecta a nuestra felicidad. Por eso, si el colegio es un ambiente tranquilo, sin faltas de respeto, donde se puede pensar juntos, crecer, hacer buenos amigos, etc., será más sencillo mantener la serenidad.
3. Familia. Contar con las familias es fundamental para trabajar en la misma dirección. Resolver problemas juntos, impartir talleres, organizar actividades conjuntas, etc.
4. Ejemplo. Tu ejemplo de tranquilidad, alegría, optimismo y superación de las dificultades será el mejor mensaje de que existe la felicidad y se puede lograr. 

 

Talentum y la felicidad

Y esto es justo lo que nosotros buscamos con nuestro programa Talentum. Son 5 libros para secundaria y bachillerato, con valores, hábitos, virtudes y educación emocional. 

Hablamos de la alegría, la resiliencia, la esperanza, la aceptación, la superación personal y, cómo no, de la felicidad. Todo a través de historias reales motivadoras e inspiradoras. Como estas:

Albert Espinosa

En el libro de 4.º ESO trabajamos la felicidad a través de la historia de este escritor. Los alumnos se preguntarán: ¿Cómo puedo ser feliz? Y ser feliz cada día, como dice Espinosa.

 

Aintzane Gorria

Aunque menos conocida, esta joven atleta superó la bulimia gracias a preguntarse: ¿Soy feliz? Y consiguió que una situación dura y negativa se convirtiera en una oportunidad.

John Hudson

Muchas veces, la felicidad comienza con la esperanza. Es la visión positiva que comparte este joven con una enfermedad rara. Centrarse en lo que tiene, ser paciente y confiar en que mejorará son sus claves.

 

Matthew McConaughey

Ya en 1.º de bachillerato se abre la oportunidad de pensar sobre el éxito y todo lo que lo acompaña: dinero, familia, propósitos…, qué tienen que ver con la felicidad. Para el actor estadounidense son sinónimos.

 

Y es que, conocer casos reales de felicidad a pesar de la adversidad puede ser muy inspirador. Por eso, ¿quieres ser feliz y hacer felices a tus alumnos? Ayúdales a reflexionar sobre ella y a seguir creciendo serenos, tranquilos y esperanzados. Como propone el programa Talentum.

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