Crecer como persona, desarrollar los propios talentos, establecer y mantener amistades positivas, mejorar la convivencia… Suena bien, ¿verdad? Se puede hacer educando las emociones. En este post te explicamos las claves más importantes de la educación emocional: qué es, cuáles son sus contenidos y cómo ponerla en práctica en el colegio y en la familia.
Claves de la educación emocional
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¿Qué es la educación emocional?
La educación emocional es un proceso de crecimiento personal a través del desarrollo de competencias emocionales como complemento al desarrollo cognitivo y académico. Su fin es educar para la vida y aumentar el bienestar personal y social (Bisquerra, 2016).
¿Cuáles son las competencias emocionales?
Para conseguir el bienestar personal y social, la educación emocional se propone desarrollar las cinco competencias emocionales, que el reconocido grupo de investigación GROP ha cristalizado con su modelo pentagonal:
Desarrollar estas habilidades emocionales consiste, como dice Rafael Bisquerra, en entrenarse como si estuviésemos en un gimnasio emocional. Es un aprendizaje constante sobre nosotros mismos para mejorar nuestras relaciones sociales y nuestra calidad de vida. De esta forma, la base del entrenamiento es la conciencia emocional, que se educa adquiriendo vocabulario emocional para poder nombrar lo que nos pasa «por dentro».
¿Qué emociones hay?
Para adquirir conciencia emocional, es importante tener un amplio vocabulario que nos permita nombrar lo que sentimos, comunicarlo a otras personas y regularlo mejor. Entre las emociones básicas, podemos distinguir:
Alegría | Tristeza | Miedo | Ira | Asco |
Además, hay familias secundarias de emociones, como las emociones sociales o las estéticas:
1. Emociones sociales positivas | 2. Emociones sociales negativas | 3. Emociones estéticas |
Simpatía, orgullo, gratitud, admiración. | Vergüenza, culpabilidad, celos, arrepentimiento. | Asombro, embeleso, arrobo, enamoramiento. |
¿Por qué educar las emociones?
El aprendizaje emocional es la respuesta a una necesidad social ante algunos sentimientos y estados que nos resultan complicados y problemáticos. Podemos hablar de ansiedad, estrés, depresión, trastornos en la conducta alimentaria, violencia, consumo de drogas, suicidios, comportamientos de riesgo, etc. (Bisquerra, 2011). Este malestar es lo que el psicólogo Daniel Goleman llama:
«El coste del analfabetismo emocional»
Sin embargo, también apunta que con entrenamiento se pueden conseguir:
- Prevención de enfermedades y trastornos como la depresión, la ansiedad o la anorexia.
- Reducción de la violencia.
- Aumento de la autoestima.
- Generación de expectativas realistas sobre uno mismo.
- Adopción de una actitud positiva ante la vida.
- Mejora del rendimiento académico.
- Establecimiento y mantenimiento de amistades positivas.
- Aprendizaje de actitudes prosociales, altruistas y generosas.
- Fomento de la convivencia y el bienestar social.
En efecto, educar las emociones no solo reduce el malestar, sino que contribuye al bienestar personal y social, y, por eso, es un camino hacia la felicidad. Y este cambio es posible comenzarlo en el colegio y en las familias. A continuación, te damos unas ideas clave sobre educación emocional en estos dos ámbitos.
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Educando las emociones en el colegio
Lo más eficaz es implantar un programa de educación emocional en el colegio. Para ello se ha de, primero, sensibilizar y formar a los profesores en competencias emocionales. El siguiente paso será formar a los alumnos en educación emocional con:
- Plan de Acción Tutorial (PAT). El desarrollo personal es un área de trabajo en los departamentos de orientación de los centros educativos. Por eso, un programa de educación emocional es idóneo para el desarrollo integral de la personalidad de los alumnos.
- Tutorías individuales. Las entrevistas personales con alumnos o con familias son muy útiles para establecer una relación de confianza que cree un clima emocional favorable al aprendizaje y al bienestar. Además, se puede aprovechar el espacio de la Tutoría de clase para trabajar algún programa de educación emocional. Como Talentum.
- Integración curricular. La educación emocional se puede integrar de manera transversal en todas las asignaturas. Por ejemplo, enseñar vocabulario emocional en Lengua o la base neuronal de las emociones en Biología.
Sea cual sea la estrategia, la educación emocional siempre dará pie a actividades prácticas que se pueden trabajar con metodologías activas.
Educando las emociones en familia
En realidad, los primeros en recibir y brindar educación emocional no son los profesores, sino las familias, porquela educación emocional comienza en casa. Por eso, damos 6 consejos para padres:
1. Comunica lo que sientes
Si tu hijo te pregunta «¿Qué tal?», desarrollar la conciencia y el vocabulario emocional te ayudará a que la respuesta vaya mucho más allá de «bien».
2. Legitima las emociones
Y permite la tristeza, la angustia, la ira, el miedo… Todas las emociones son necesarias. La educación emocional no las reprime, sino que las conoce y las regula.
3. Pon límites
Educar para la vida y el bienestar no es dar «barra libre» a las emociones, sino enseñar a controlar la impulsividad o tolerar la frustración, por ejemplo.
4. Aprovecha la formación del colegio
Involucrarse en el programa de educación emocional del colegio es una buena oportunidad de formarse y mejorar las relaciones con los profesores.
5. Utiliza películas
Gracias a las historias, aprendemos a empatizar con las emociones de los demás.
6. Escucha música
Así, experimentamos diferentes emociones y la música nos ayuda a comprender lo que sentimos.
Ya ves, se puede ser más feliz educando las emociones. El coste del analfabetismo emocional es elevado, pero se puede revertir. ¡Y siempre se puede crecer en competencias emocionales! Si quieres profundizar en este tema, no dudes en descargar nuestra guía de educación emocional aquí abajo. ¡Esperamos que te sirva!
Bibliografía
Bisquerra, R. (2018). 10 ideas clave. Educación emocional. Barcelona: GRAÓ.
Bisquerra, R., Pérez, J. y García, E. (2015). Inteligencia emocional en educación. Madrid: Editorial Síntesis.
Bisquerra, R. (2012). Orientación, tutoría y educación emocional. Madrid: Editorial Síntesis.
Bisquerra, R. (2011, febrero). Educación emocional. Padres y Maestros: revista de la Universidad Pontificia de Comillas, Nº. 337, pp. 5-8.
Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.
Vivas, M., Gallego, D. y González, B. (2007) Educar las emociones. Madrid: Editorial Dykinson.
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