Formar ciudadanos responsables, lograr una convivencia pacífica, fomentar el respeto… Si tu centro tiene objetivos como estos, entonces conoce la importancia de la educación en valores. Llevarla a la práctica… es otra cuestión. ¿Magia? Más bien, motivación, recursos y constancia. ¡Sigue leyendo para saber cómo trabajar los valores en tu aula!
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Educar el carácter
¿Qué es exactamente la educación en valores?
Estamos acostumbrados a hablar en los colegios sobre educación en valores, educación humana, educación del carácter…. Pero ¿sabemos realmente en qué consiste y qué implica educar en valores?
Para empezar, definamos los valores:
- Son pautas de comportamiento.
- Generan patrones de convivencia y civismo.
- Los incorporamos como cualidades que van configurando nuestra personalidad.
De hecho, cuando se detectan situaciones de fracaso escolar, bullying, adicciones en la adolescencia u otros problemas similares, suelen achacarse con frecuencia a la falta de valores. Y es que están muy relacionados. En el fondo de muchas de estas situaciones se percibe una falta de respeto, de cuidado de uno mismo, de amistad o de sencillez. Por eso,
un colegio que fomente y trabaje los valores podrá proporcionar a su alumnos ejemplos reales de personas valiosas y herramientas para convertirse en ello.
Educación en valores en mi clase: cuáles trabajar
El primer paso para aterrizar la educación en valores en el aula es sencillo: plantearse qué valores queremos trabajar. Es más, este paso ya viene contemplado en el Plan de Acción Tutorial de cada centro. Tanto si eres el encargado de elaborarlo como si simplemente necesitas más ideas para tus clases, hemos hecho una selección de valores que puedes tratar con tus alumnos.
En concreto, hemos seguido la clasificación del boletín de la Comunidad Foral de Navarra. Su clasificación distingue cuatro bloques, en función del tipo de valor y su ámbito de relación. Y, además, ofrece una evaluación de cada valor en cinco niveles.
Hábitos y valores que facilitan la convivencia y la vida escolar
- Respeto hacia las personas: reconocimiento del valor y la dignidad de los demás, y tratarles de acuerdo con ese valor.
- Respeto hacia las normas: aceptación e interiorización de las pautas de comportamiento establecidas en el aula, en el juego y en la convivencia en general, y asumirlas como propias.
- Cuidado de los objetos y del entorno: disposición a tratar bien el mobiliario del centro, los propios materiales y los de los compañeros, y a preservar y cuidar el entorno y el medio ambiente.
- Amabilidad y empatía: capacidad de mostrarse agradable y afectuoso, mostrando sensibilidad hacia las necesidades del otro y poniéndose en el lugar de los demás.
Hábitos y valores que facilitan el trabajo y el estudio
- Organización y planificación: pararse a pensar en la actividad que se va a realizar, distribuir de manera adecuada el tiempo disponible, las tareas y lugares, los medios y materiales que se van a utilizar.
- Interés y atención: dirigir la propia actividad, marcarse metas y reflexionar acerca de los medios para alcanzarlas.
- Constancia y perseverancia: concluir bien lo que se ha emprendido, poner los medios precisos para alcanzar lo propuesto, ser firme en las propias decisiones y compromisos, y superarse ante las dificultades sin cambiar de propósito y de comportamiento.
- Responsabilidad: ser dueño de los propios actos, asumir sus consecuencias y ocuparse de las tareas y bienes que están al propio cargo, previendo y evitando las imprudencias.
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Hábitos y valores que favorecen el bienestar personal y familiar
- Autoestima: conocer las propias fortalezas y debilidades de manera realista, mostrarse seguro de sí mismo en la realización de actividades y en la relación con los demás.
- Confianza en los demás: abrirse a la cooperación y a la amistad, sin especiales restricciones; interés por los problemas, puntos de vista y necesidades de los otros.
- Equilibrio emocional: reconocer, poner nombre a los sentimientos y emociones, y manifestarlos de forma adecuada.
- Autocontrol: dominar consciente y voluntariamente las decisiones y comportamiento propios. Esto produce equilibrio y serenidad.
Hábitos y valores que favorecen el compromiso con las personas y la sociedad
- Solidaridad, generosidad y altruismo: sentir y asumir como propias las necesidades de los demás, ayudar y cuidar a los otros, y compartir conocimiento, objetos y tiempo cuando otros lo necesitan.
- Cooperación, colaboración, compromiso social: prestar ayuda y contribuir al bien común y a la mejora del entorno.
- Proactividad y optimismo: tomar la iniciativa, afrontar y superar contratiempos. Capacidad de distinguir entre pensamientos positivos y negativos, e inclinarse por los primeros.
- Disposición hacia la justicia: atender y asumir derechos y responsabilidades, comprender las posiciones de los demás y exponer las propias respetuosa y asertivamente. Ser personas veraces y honradas. Reconocer los méritos ajenos. Ser respetuosos con el patrimonio y el bien común.
Pero, tranquilo. No se trata de trabajar todos estos valores, cada cual más valioso; sino de decidir cuáles son más importantes para el tipo de alumnos que componen el aula, el momento del año y las circunstancias. ¡Haz tu lista y sigue leyendo!
Dinámicas para la educación en valores en el aula
Una vez elegidos los valores, llega el momento de llevarlos a la práctica. El paso más difícil, normalmente. Por eso te proponemos algunas de las dinámicas o técnicas educativas más eficaces para tratar los valores en el aula:
- Diálogo. Partir de preguntas sobre un texto, un video o un caso, para fomentar la comunicación y la escucha de las opiniones de los demás.
- Lluvia de ideas. Dedicar un tiempo a pensar creativamente y buscar soluciones, por ejemplo, a un problema o a un caso.
- Debate. Exponer argumentos a favor y en contra de una postura. Es sencillo plantear ejemplos de situaciones en las que cabe la posibilidad de actuar con o sin generosidad, con o sin empatía, rendirse o perseverar, estar alegre o hundirse, etc.
- Role-play. Representar situaciones en las que cada alumno tendrá que interpretar un papel. Lo ideal es que sean ejemplos cercanos a su vida y con actitudes o puntos de vista enfrentados.
- Entrevista. Elaborar preguntas y respuestas sobre uno mismo -para valorar decisiones o acciones personales-, sobre personajes de historias o casos, de forma que se profundice en sus intenciones y motivaciones para actuar de una determinada manera.
Y, claro, no podemos terminar sin añadir otra muy buena opción para plantear la educación en valores en tu colegio: contar con un programa completo, actual y atractivo para los adolescentes. Para que no tengas que dedicar mucho tiempo a buscar uno, te proponemos Talentum. Trabajarás los valores a través de historias de superación, casos reales y metodologías activas. Y tus alumnos serán inspirados a mejorar y sacar la mejor versión de sí mismos.
Bibliografía
Comunidad Foral de Navarra. (2014). RESOLUCIÓN 577/2014, de 26 de septiembre, del Director General de Recursos Educativos, por la que se aprueba la publicación del “Sistema de Indicadores del grado de desarrollo de hábitos y valores del alumnado de Primaria”.
Parra, J.M. (2003). La Educación en valores y su práctica en el aula. Tendencias Pedagógicas 8, 2003. Pp. 69-88.
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