¿Sabías que educar las emociones a través de la música puede ayudarnos a ser más felices? En concreto, la educación emocional a través de la música promueve nuestro bienestar e incluso puede ayudarnos a tener éxito en el futuro. En este artículo te explicamos cómo.
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Como recoge el doctor en pedagogía Rafael Bisquerra:
«La música tiene la capacidad de generar emociones
que ayudan al bienestar de las personas».
Es decir, la música tiene la capacidad de emocionar y de hacernos experimentar emociones positivas. Pero la música va más allá, ya que se convierte en un instrumento poderosísimo para transmitir emociones y simplificar conceptos complejos de explicar de otra forma.
El papel de la música en la educación emocional
Hoy queremos explicarte cómo la educación emocional a través de la música puede ayudarte a ser más feliz. Para ello, es importante conocer el concepto de musicoterapia. Se trata de una rama científica que se encarga del estudio de la música con aplicaciones prácticas para el ser humano.
Por una parte, Serafina Poch Blasco, especialista en psicología y psicopedagogía por la Universidad de Barcelona, define la musicoterapia como: «La aplicación científica del arte de la música y la danza con la finalidad terapéutica, para prevenir, restaurar y acrecentar la salud tanto física como mental y psíquica del ser humano, a través de la acción del musicoterapeuta».
Beneficios de la música a la educación emocional
Es más, Poch Blasco destaca nueve características de la música (Poch, 2001):
- El efecto de la música es inmediato.
- Influye en todas las dimensiones de la persona (biológica, física, neurológica, psicológica, social y espiritual).
- Sus beneficios se extienden a todas las edades, ya que no dependen del intelecto.
- Sigue un patrón de autocuración aprovechado desde siempre por la Humanidad para expresar emociones.
- La música forma parte esencial de la vida de las personas y las acompaña en todas sus etapas.
- Se trata de una de las grandes artes y, como tal, es considerado como un instrumento imprescindible a la hora de profundizar, comprender y transmitir emociones y sentimientos.
- Utiliza un lenguaje simbólico para expresar emociones. Las personas proyectan, así, sus estados de ánimo y encuentran una forma no verbal de expresar mejor sus sentimientos.
- Se adapta a «la naturaleza del ser humano:
- por su categoría temporal (permite revivir lo vivido y hacer toma de conciencia),
- por su pensamiento (la música permite la polivalencia simultánea de varios razonamientos) y
- por su sentimiento (la música expresa nuestra sensibilidad secundaria, que 一según Bergson一 es superior al pensamiento lógico)».
- Por último, posee propiedades terapéuticas en sí misma.
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¿En qué consiste la educación emocional a través de la música?
La música puede ayudarnos a ser más felices de diversas formas. Estas son las tres principales:
- Revivir. Por una parte, la música nos ayuda a revivir momentos felices del pasado. «Al vivir una situación de felicidad o bienestar, es recomendable continuarla en el tiempo, recordándonos lo afortunados que somos de estar viviéndola». La música nos ayuda a perpetuar los momentos felices que vivimos una vez al escuchar una pieza musical concreta que asociamos a ese momento.
- Respirar. Una pieza musical adecuada nos puede ayudar a realizar ejercicios de respiración profunda. Gracias a la música y con la debida formación, podemos aprender a disfrutar del momento, olvidando las preocupaciones que nos quitan serenidad.
- Agradecer. El agradecimiento es la base de la felicidad. Una canción alegre puede ayudarnos a sentirnos agradecidos por haber recibido todo aquello que más valoramos de nuestra vida. Las personas a las que queremos y que nos quieren son el mayor regalo, y la música puede ayudarnos a sentirnos continuamente agradecidos.
Un caso práctico
Un estudio realizado por Serafina Poch Blasco describe un caso práctico que pudo llevar a cabo en un centro de Educación Especial de Madrid. Consistía en ponerles música a los niños a la entrada y a la salida del centro escolar. A la entrada, escuchaban piezas musicales que les gustaban pero con carácter intimista y creativo, como Canción de cuna de Brahms, la música de Heidi… A la salida del centro, la música era festiva: canciones de tuna o circenses. Según su estudio, se consiguieron los siguientes resultados:
- Por un lado, el periodo de adaptación al centro (y llantos) de los más pequeños se acortó.
- También, desaparecieron casi por completo los problemas de comportamiento a la entrada y a al salida.
- Por otro lado, aportó alegría, haciendo que comenzaran las clases con buen humor y buena disposición.
- Además, les predisponía a establecer buena relación con sus compañeros de autocar.
- En consecuencia, fue una ayuda emocional también para los profesores.
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Bibliografía
Bisquerra, R. (2011). Educación emocional. Propuestas para educadores y familias. Bilbao: Desclée de Brower.
Poch Blasco, S. (2001). «Importancia de la Musicoterapia en el área emocional del Ser Humano» Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 42.
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