La escuela es, por excelencia, el lugar de la educación y la formación curricular, pero también la humana. ¿Aspiras a que tus alumnos sean buenos ciudadanos, respetuosos y responsables? Entonces, la educación cívica es lo que buscas. ¡Veamos cómo trabajarla en clase!

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Importancia de la educación cívica

La educación cívica, aunque en este artículo la asociemos con los colegios, es un campo que ha interesado mucho siempre a la política. Y es que está estrechamente relacionada con la formación ciudadana. De hecho, la educación cívica busca

«formar a los ciudadanos para que asuman sus funciones y responsabilidades dentro de los Estados democráticos» (Red de conocimientos electorales ACE). 

Es decir, pretende que puedan asumir su papel activo como ciudadanos. Así, la acción de las familias en este ámbito resulta fundamental, aunque también se potencia desde los Estados y las instituciones educativas. Estas emplean sus esfuerzos en lograr que sus ciudadanos se sientan como tal, y conozcan sus derechos y deberes.

Por eso, es habitual hablar de educación ético-cívica, educación ética, educación ciudadana, y, en general, todo lo que tiene que ver con la educación en valores. Además, los distintos sistemas educativos contemplan dentro de sus currículos asignaturas para trabajar estos objetivos. 

Objetivos de la asignatura Educación ético-cívica

Es cierto que la asignatura de civismo en cada país, incluso en cada etapa, recibe un nombre distinto. Como veíamos, todas versan sobre contenidos similares de formación ciudadana y cívica. 

Y, en general, «la educación para la ciudadanía, incluye el aprendizaje de los derechos y deberes de los ciudadanos, el respeto por los valores democráticos y por los derechos humanos», además de otros valores como la solidaridad, tolerancia y participación (Eurydice, 2005, p. 3). 

Así, con el fin de que la educación ético-cívica sea un «instrumento para que niños y jóvenes se conviertan en ciudadanos responsables y activos» (ibid.), se plantean diferentes objetivos:

1. Desarrollo de la cultura política. Todo lo relacionado con el conocimiento de las instituciones políticas, leyes, normas, organización, y derechos y deberes como ciudadanos, además de la herencia cultural, entre otros. 
2. Adquisición del pensamiento crítico. Ser capaces de analizar y evaluar distintos temas políticos y sociales de cada país.  
3. Desarrollo de valores, actitudes y comportamientos. Aquí puede haber variedad de ejemplos, aunque siempre en torno a esos pilares de respeto, tolerancia y solidaridad. 
4. Estímulo de la participación activa. Desde las pequeñas acciones de cambio social inmediato hasta el ejercicio del voto con la mayoría de edad.

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La educación cívica en España

¿Y cómo se concretan estos objetivos de la asignatura cívico-ética en España? «La competencia cívica [en el currículo español] se basa en el conocimiento crítico de los conceptos de democracia, justicia, igualdad, ciudadanía y derechos humanos y civiles» (op.cit.). 

Por otro lado, se desgranan las destrezas concretas con ejemplos para trabajar en los tres bloques de saber, saber hacer y saber ser. 

Saber. Comprender:

1. Códigos de conducta.
2. Conceptos de igualdad y no discriminación.
3. Dimensiones intelectuales y socioeconómicas de las sociedades europeas.
4. Conceptos de democracia, justicia, igualdad, ciudadanía y derechos humanos.

Saber hacer:

1. Saber comunicarse de manera constructiva en distintos entornos.
2. Manifestar solidaridad e interés por resolver problemas.
3. Participar de manera constructiva en las actividades de la comunidad.
4. Tomar decisiones en los contextos local, nacional o europeo mediante el ejercicio del voto.

Saber ser: 

1. Tener interés por el desarrollo socioeconómico.
2. Mostrar disposición para superar los prejuicios y respetar las diferencias.
3. Respetar los derechos humanos. 
4. Participar en la toma de decisiones democráticas.

Cinco cortos para trabajar la educación ciudadana

Por último, aterricemos un poco todos estos objetivos. Si lo que buscas son maneras concretas de educar cívicamente en tu aula, los cortos y videos serán un gran apoyo. Por eso, aquí te traemos cinco cortos para trabajar con tus alumnos la educación cívica:

1. WiNDUP. Un corto para hablar sobre el cuidado y el cariño en familia. Presenta a una niña enferma a la que su padre acompaña en el hospital y le pone música para ayudarla a despertar.
2. Monsterbox. Para hablar de la amistad, la protagonista es una niña que tiene unas mascotas algo raras y traviesas.  
3. El puercoespín. Con este corto, se verá fácilmente la importancia de la empatía para acoger a los que son distintos. 
4. Los maniquíes. Refleja el compañerismo en una empresa de maniquíes, y todo lo que se logra trabajando en equipo.
5. Un señor diferente. Un señor coincide en un paso de cebra con una anciana que se agarra de su brazo para cruzar la carretera. Ahí comienza todo un cambio en su vida hacia los buenos modales, la educación y el civismo. 

Y un corto extra: Alike. Un padre y un hijo viven su día a día, trabajando y yendo al colegio, pero poco a poco van perdiendo su color y su personalidad. Ambos descubrirán un camino hacia la originalidad y la felicidad.

Pero si lo que quieres es dar un paso más y lograr objetivos reales, entonces te recomendamos apoyarte en programas de formación humana. Por ejemplo… Talentum para tus alumnos de secundaria. Con historias de superación personal, valores, educación emocional, dinámicas individuales y grupales… ¡Te hará fácil y completa la educación cívica en tu aula! 

Bibliografía

Nasarre, E. (2015). La formación cívica en un nuevo marco histórico. Revista Participación Educativa Segunda época/Vol. 4/N.º 6/Junio 2015.

Mejora personal educación en valores educación ética