Cada vez son más las metodologías y las prácticas que se suman al mundo docente. Entre tantas opciones, ¿cómo reconocer unas buenas prácticas educativas?
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Buenas prácticas educativas: qué son
Primero, será necesario saber qué es una buena práctica educativa.
Son procedimientos llevados a cabo por docentes cuyo uso se ha extendido debido a sus buenos resultados
Para ello, habrá que tener en cuenta estos parámetros:
- Efectividad → tiene buenos resultados
- Continuidad → puede utilizarse durante periodos largos
- Flexibilidad → se adapta a todos los alumnos
Además, una buena práctica educativa debe:
- Tener un objetivo definido
- Ser innovadora
- Estar bien documentada
Características de las buenas prácticas educativas
Por eso, según la Junta de Andalucía, estas son las características principales que podemos establecer de las buenas prácticas educativas.
Incorporación en el currículo
En primer lugar, debe poder integrarse dentro del plan docente y ser parte de la praxis diaria dentro del aula.
Integración en el Proyecto Educativo de Centro
Asimismo, debe formar parte del Proyecto Educativo de Centro y, además, ser apoyada por el equipo directivo.
Mejora en los resultados
Esta práctica debe facilitar o mejorar el resultado buscado y ser más eficaz que otras prácticas utilizadas.
Continuidad en el tiempo o sostenibilidad
Sin embargo, no puede realizarse de forma puntual sino que debe extenderse durante un periodo de tiempo.
Interdisciplinariedad
Debe buscar la interdisciplinariedad para poder beneficiar el aprendizaje de varias asignaturas y favorecer la colaboración entre docentes de diferentes ámbitos.
Respaldo de toda la comunidad educativa
De igual forma, debe involucrar a todos los miembros de la comunidad educativa:
- Personal directivo
- Docentes y no docentes
- Estudiantes
- Padres y madres
Colaboración común
También se ven favorecidas aquellas prácticas que fomenten la implicación de todos los que participan en ella.
Innovación
Una de sus claves es que ponga en práctica nuevas formas de trabajo que sean capaces de mejorar la experiencia educativa.
Buena documentación
Efectivamente, el hecho de que esté bien documentada facilitará que sirva como punto de referencia para otros docentes y que pueda extenderse a otros centros.
Eficiencia en la utilización de los recursos
Igualmente, utiliza recursos variados, utilizando todos los materiales que tiene a su disposición:
TIC, multimedia, libros, etc.
Desarrollo de un proceso sistemático
Para que esta se convierta en una buena práctica educativa, deben haber superado unos procedimientos clave:
- Planificación
- Implantación
- Evaluación
- Revisión y mejora
Replicabilidad o transferibilidad
Así es, esta no debe estar diseñada para un contexto específico, sino que debe poder extrapolarse a otros lugares y situaciones para tener un carácter más universal y útil.
Implicación con el entorno
Además, cuenta con la implicación con su entorno, de tal forma que va más allá de las paredes del centro educativo.
Flexibilidad
Cada alumno y cada situación son diferentes, por lo que la práctica debe poder adaptarse y aplicarse a cada uno de ellos.
Buenas prácticas educativas: ejemplos
En resumen, es una práctica:
- Eficaz
- Flexible
- Inclusiva
- Innovadora
Asimismo, sigue tres pasos:
- Diseño de la práctica
- Aprobación del equipo directivo, profesorado, alumnado y familia
- Difusión
¿Te sigue pareciendo algo ambiguo? Aquí te dejamos algunos ejemplos de buenas prácticas educativas que te aclararán cualquier duda.
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Ejemplos online de buenas prácticas educativas
- Movies at school. Utilizado especialmente en centros bilingües para trabajar el contenido curricular mediante el visionado de una película en inglés.
- H·PLAY. Para esta práctica los alumnos crean un contenido propio de televisión o radio en relación con alguna asignatura.
- InnoEscuela. Recurre a herramientas digitales para crear proyectos empresariales innovadores dentro del aula.
Ejemplos offline de buenas prácticas educativas
- Flipped classroom. Da la vuelta a la clase para fomentar la participación de los estudiantes a través de preguntas y discusiones.
- Aprendizaje y servicio. Cumple el requisito de traspasar las barreras del centro, ya que propone la involucración del alumnado con causas sociales y fomenta el espíritu ciudadano y la colaboración.
- Aprendizaje basado en proyectos. Metodología activa que propone a los alumnos buscar una solución ante un problema real.
Buenas prácticas educativas: cómo mantener su espíritu en el aula
En efecto, si hay algo positivo que se pueda resaltar de estas prácticas es el espíritu renovador que pretende:
- Involucrar a todos los alumnos con el aprendizaje
- Fomentar la inclusión de cada uno de ellos.
Para ello, también puedes recurrir a la educación emocional que reforzará ese espíritu de colaboración y trabajo en equipo.
Además, esta mejorará los resultados de prácticas como el aprendizaje y servicio, ya que hará del currículo una experiencia global que se refuerza entre sí.
Aunque, ya que la cosa va de técnicas innovadoras…, ¿qué mejor forma de trabajar la educación emocional que con un programa innovador?
Talentum es un programa de educación en valores y emocional que recurre a materiales muy diversos y parte de historias reales para trabajar problemas del mundo real. (Pista: también puedes utilizarlo como preparación para el aprendizaje en proyectos 😉
Además, recorre todo el camino educativo: desde 1.º Primaria hasta 1.º Bachillerato.
Primaria
Secundaria
Aquí puedes ver una de sus unidades:
En suma, las buenas prácticas educativas surgen de las ganas de mejorar la educación y lograr que cada vez los resultados sean mejores.
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