¿Recuerdas cuando te enseñaron a escribir en el colegio? Es uno de los aprendizajes que adquirimos en los primeros años de vida y que no se olvidan. Y lo que ahora nos resulta tan sencillo y automático, sin embargo, tuvo todo un proceso. ¡No te pierdas cómo aprender a escribir y qué métodos y actividades utilizar con tus alumnos!

 

¿Cuándo aprenden a escribir los niños?

Todo este proceso comienza hacia los 3, 4 y 5 años. Durante la etapa de Infantil se les empieza a familiarizar con el lenguaje escrito. Pero no se les exige dominarlo para pasar a primaria. En todo caso, en los primeros años de primaria sí que consolidan y perfeccionan la caligrafía y la velocidad de escritura.

Eso sí, habrás observado en tus clases que la adquisición del lenguaje oral y escrito puede variar mucho en tiempo y en modos según cada niño. En otras palabras, algunos de tus alumnos mostrarán un gran interés y destreza en reconocer palabras y escribirlas, y a otros les resultará más difícil. 

Fases de aprender a escribir

Pues bien, lo que no varía es que suelen darse algunas fases en el proceso de aprender a escribir. Por lo general, los niños alcanzan la última fase, la alfabética, a los 6 años. A continuación describimos cada fase:

1. Dibujo  o escritura no diferenciada. Los niños dibujan objetos, colorean paisajes, pero todavía no hay relación entre símbolo y realidad ni distinguen entre un dibujo y una palabra.

2. Presilábica. Van diferenciando dibujos y escritura, y comienzan a utilizar grafías similares a las letras, como palitos o círculos. Aun así, su repertorio es pequeño y repiten las mismas líneas para todos los nombres.

3. Silábica. En esta etapa, se dan cuenta de la asociación entre letras y sonido, por lo que escriben grafías o sílabas que ya se pueden identificar con partes de palabras.

4. Silábico-alfabética. La relación entre sonido y grafías hace que puedan ir escribiendo sílabas completas combinando consonantes y vocales. Consiguen las primeras palabras.

5. Alfabética. Ahora sonido y grafía se corresponden, por lo que pueden producir frases completas, aunque todavía con errores ortográficos al principio.

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¿Cómo enseñar a escribir a los niños?

Afortunadamente, el español es un idioma transparente. O sea, cada grafema (cada dibujo de las letras) corresponde casi siempre a un único fonema o sonido. Piensa en inglés, por ejemplo, donde la pronunciación de una misma letra varía en función de cada palabra o de la posición dentro de ella. En nuestro caso, la «a» siempre suena igual.

Por esto, en las clases de idiomas se suelen emplear métodos que parten de los fonemas y su representación en las letras. Lo que, a su vez, nos lleva al método sintético. Así, el proceso para aprender a escribir comienza con las estructuras más simples de una palabra, para luego fusionarlas y crear palabras más complejas. 

De menos a más: vocales > consonantes > sílabas > palabras

 

Por otra parte, en el método sintético encontramos distintas maneras de enseñar o submétodos:

1. Alfabético. Aprender las letras del abecedario y su grafología. 
   1. Luego, comenzar a unirlas. Se enseña el nombre de cada letra: a, be, ce, de, e, efe…. 
   2. Después, se inicia la combinación con sílabas directas: b + a: ba; b + e; be, etc.
   3. Por último, con sílabas inversas, como a + b: ab; e + b: eb. Y los niños las escriben y las leen a la vez. 
2. Fonético. Aprender el sonido de cada letra. Después, su grafía. Y se van combinando con vocales y consonantes: ma, me, mi, mo, mu y am, em, im… Hasta formar palabras con esas combinaciones aprendidas. 

 

 

Consejos para aprender a escribir bien

Ahora que ya conocemos la teoría detrás de los procesos de enseñanza de la escritura, veamos qué técnicas o actividades realizan los pequeños para aprender a escribir. 

Primero, hay toda una serie de ejercicios relacionados con la grafomotricidad. Esto es, todo lo necesario para escribir: mover correctamente el antebrazo, la muñeca, la mano y, sobre todo, los dedos.

• Dibujar primero en el aire para repasar la forma de las letras.
• Trabajar con arcilla o plastilina para ir dibujando las siluetas de las letras.
• Escribir con los dedos antes de utilizar lapiceros.
• Colorear o rellenar letras.
• Calcar palabras.
• Sujetar correctamente el lápiz.
• Sentarse de forma adecuada y aprender a colocar todo el cuerpo en posición para escribir.

 

Finalmente, te dejamos algunos consejos para mejorar todo el proceso y desarrollar en los niños el gusto por la lectura y la escritura:

• Leer mucho.
• Escribir mucho.
• Volver a leer lo que escribimos.
• Utilizar un diccionario para consultar dudas y aprender palabras nuevas.

 

Y si algún alumno presenta dificultades de lectoescritura, ¡no desistas! Busca apoyo en actividades o ejercicios para acompañar el proceso de ese alumno. Y mantén siempre la ilusión.

 

Aprender a escribir es uno de los procesos más importantes de la vida y tú, como docente, habrás formado parte de ese gran logro. Lo siguiente será despertar el gusto por la lectura y la escritura, con la ayuda de grandes historias… como las de Colorín Colorado.

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