Las actividades de educación emocional de este post están fundamentadas en el manual de Rafael Bisquerra Educación Emocional: Propuesta para educadores y familias. Hemos recogido las mejores actividades para niños de 6 a 12 años y para cada una de las cinco competencias emocionales. Además, son muy divertidas. ¡Ya verás!
Descarga la ficha y descubre 10 actividades únicas para primaria.Actividades de educación emocional
¿Qué es la educación emocional?
La educación emocional consiste en adquirir habilidades emocionales para la vida: destrezas realmente útiles para afrontar desafíos cotidianos y ser feliz.
Para conseguir este crecimiento personal, la educación emocional propone el desarrollo de cinco competencias emocionales:
- Conciencia emocional.
- Regulación de las propias emociones.
- Autoestima, confianza y motivación.
- Competencias sociales como la empatía, la conciencia de las emociones de los demás.
- Habilidades de vida y bienestar.
A continuación, presentamos 5 actividades de educación emocional para niños, una por cada competencia emocional. La mayoría de las actividades pertenecen al manual Educación Emocional: Propuesta para educadores y familias de Rafael Bisquerra.
Actividades de educación emocional
1. CONCIENCIA EMOCIONAL: Carrera de música
Se pone música en el aula y los niños echan una carrera. Para dar un paso adelante, los alumnos tendrán que decir a qué emoción les recuerda la música o contar una anécdota que hayan vivido con esa emoción.
Sugerencia de canciones:
- Preparaos, de El Rey León → Miedo
- Psicosis, de Bernard Herrmann → Miedo
- Brillante, de Vaiana → Miedo
- No Se Habla de Bruno, de Encanto → Miedo
- Don’t Worry, Be Happy → Paz, Tranquilidad, Alegría
- Wake Me Up Before You Go-Go, de Wham! → Alegría
- Hakuna Matata, de El Rey León → Alegría
- Superhéroes, de Futbolísimos → Alegría
- Hay Un Amigo En Mí, de Gipsy Kings → Alegría
- Happy, de Pharrell Williams → Alegría
- En marcha estoy, de Hermano Oso → Alegría
- Ya llegaré, de Tiana y el Sapo → Esperanza
- Qué hay más allá, de Vaiana → Esperanza
- 5.ª sinfonía, de Beethoven → Ira
- Bárbaros, de Pocahontas → Ira
- Dies Irae, de Mozart → Ira
- Marcha Imperial, de Star Wars → Ira, Miedo
- Recuérdame, de Coco → Tristeza
- Sadness, de Inside Out → Tristeza
- Vocalise, de Rachmaninov → Tristeza
- People Help The People, de Birdy → Tristeza
Si lo prefieres, tienes todas estas canciones juntas en esta playlist de Spotify.
2. REGULACIÓN EMOCIONAL: El Surfista
La actividad comienza explicando a los niños que todos los seres humanos sentimos miedo, porque es una de las emociones básicas. Después los alumnos escriben en la columna «Mis miedos», sus 5 mayores miedos, por orden de mayor a menor preocupación.
Una vez hecha la lista de miedos, el maestro explica la metáfora del surfista: los miedos son olas que el surfista debe hacer frente. Los niños rellenan la columna «Mi tabla de surf» con los recursos personales que les ayudarán a superar el problema.
Mis miedos | Mi tabla de surf |
Tengo miedo del dentista | Imagino que los sonidos metálicos del dentista son coches de Fórmula 1 |
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3. AUTOESTIMA: Ranita SÍ y Ranita NO
Si buscas actividades de educación emocional que fomenten el optimismo entre los más pequeños, esta es para ti. El maestro cuenta la historia de las dos ranitas.
Ranita SÍ y Ranita NO
Había una vez una ranita llamada SÍ, y su hermana la ranita NO. Las dos ranitas estaban paseando por las orillas de uno de los ríos más grandes del pueblo donde vivían. En la otra orilla unas ranitas amigas estaban celebrando una fiesta; ellas querían cruzar el río, pero este era tan grande que era evidente que les costaría mucho hacerlo solas.
De repente vieron a una tortuga que estaba en medio del río, y le preguntaron si las podría llevar. La tortuga dijo que sí, que ellas tenían que llegar hasta donde ella estaba, porque estaba tan cansada que no podría ir y volver.
La ranita SÍ no se lo pensó dos veces, se lanzó al agua y se esforzó para nadar hasta donde estaba la tortuga. Mientras nadaba, le ilusionaba imaginar lo bien que lo pasaría en la fiesta bailando con sus amigas. Y eso la animó a seguir adelante. Cuando empezó a cansarse de nadar, se dijo a sí misma que llegaría, que aún tenía fuerzas y energías, que no estaba tan lejos, que merecía la pena, y que después del esfuerzo se lo pasaría fenomenal en la fiesta. Y llegó hasta la tortuga.
Mientras tanto, aún en la orilla, la ranita NO andaba inquieta dando vueltas y con la cabeza gacha. Se pasó un rato preguntándose si podría, si no se cansaría, si sería capaz, si el agua no estaría muy fría, qué pasaría si no podía aguantar más el cansancio, si la fiesta merecía la pena, se acordó de las veces que intentó cruzar el río y no lo consiguió, etc. Mientras, la tortuga y la ranita SÍ ya habían llegado a la fiesta y estaban disfrutando con sus amiguitas. Y la ranita NO… no cruzó el río.
… Y reflexión
El docente fomenta ahora la conversación y reflexión con los niños: qué ranita les gustó más y por qué, qué le pasó a la ranita NO y si alguna vez les ha pasado algo parecido. En esta actividad de educación emocional es crucial hacer estas preguntas:
- ¿Qué frases ayudaron a la ranita SÍ a llegar donde estaba la tortuga, y qué frases no ayudaron a la ranita NO a saltar al agua? Cuando las encuentran, el maestro las escribe en la pizarra.
- ¿Qué frases les diría a ellos la ranita SÍ ante un ejercicio difícil –un examen, tarea, partido de fútbol, etc.–? Se apuntan en la pizarra. Por ejemplo:
- «Lo voy a intentar».
- «Sé hacer muchas cosas».
- «Si fallo no pasa nada».
- «Mis papás confían en mí».
- «Merece la pena».
Cuando estén todas las frases recogidas en la pizarra, se escriben una por una en papelitos y se introducen en el «Botiquín de frases» (caja de cartón o cartulina). Se explica que, siempre que alguien necesite una frase optimista para iniciar una tarea, puede abrir el Botiquín.
4. COMPETENCIA SOCIAL: Escribo desde el corazón
Escribir una carta para dar las gracias o pedir perdón es una manera estupenda de aprender a comunicar las emociones y así mejorar los vínculos con familiares y amigos. Para ello, primero hay que relajar el ambiente de clase y comenzar una conversación sobre la gratitud y sobre pedir perdón.
Después, les damos tiempo para escribir en silencio o con música de fondo. Y les preguntamos: si ahora tuvieras que dar las gracias o pedir perdón, ¿a quién lo harías?, ¿por qué?
5. VIDA Y BIENESTAR: Decálogo de la felicidad
Esta actividad implica… ¡colores y manualidades! Se empieza preguntando a los alumnos qué personas dirían que no son felices. Cuando han identificado qué situaciones no dan la felicidad, en grupos de cuatro elaboran un decálogo de la felicidad: 10 ideas prácticas que incrementan la felicidad.
Cada grupo plasma sus 10 ideas para la felicidad de forma visual y artística con cartulinas, pinturas, hojas de colores, periódicos y revistas. ¡Y después lo pueden enseñar a su familia!
Si te han gustado estas 5 actividades, ¡no puedes perderte la ficha con 10 actividades de educación emocional para primaria! Hay actividades pautadas paso a paso, temporalizadas y ordenadas por edades: para niños de 6-10 años y niños de 10-12 años. ¡Descárgala gratis! Si aún quieres más, entonces el programa de valores y educación emocional Talentum es para ti.
Bibliografía
Bisquerra, R. (2011). Educación emocional. Propuestas para educadores y familias. Bilbao: Desclée De Brouwer.
Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.
Actividades para primaria de educación emocional
Juegos, dinámicas y actividades para trabajar la educación emocional con los más pequeños.