Educación integral: cabeza, corazón y mano
Una educación respetuosa con todas las dimensiones de la persona es más humana, profunda, duradera y eficaz. Desde los clásicos hasta hoy se les denomina «las tres haches»: Head, Heart y Hand. Cabeza: lo que se entiende. Corazón: el mundo afectivo y la voluntad. Y Mano: la acción concreta.
Aprendizaje cooperativo
Aprender a mirar desde los ojos de los demás multiplica el aprendizaje. Las tutorías entre iguales y la colaboración en proyectos son medios para ampliar el saber y descubrir nuevos caminos de aprendizaje.
Storytelling
Las historias son una herramienta muy valiosa para la reflexión. Al escenificar problemas, retos y dilemas ayudan a ponderar y valorar las propias acciones. Son los personajes y sus vivencias los que nos inspiran a crecer y mejorar.
Educación emocional
La mejora del autoconocimiento y el desarrollo sano de la autoestima son la base de toda educación. Ofrecemos herramientas para identificar, distanciarse, dirigir o controlar emociones, y, fundamentalmente, para buscar su sentido.
Learning by doing: retos y proyectos
Los retos y proyectos activan el interés y el aprendizaje. Y si se convierte en una experiencia, construye un conocimiento consistente. Utilizamos las historias, retos y proyectos como hilo conductor para dar un sentido unitario y orientación vital al aprendizaje.
Inteligencias múltiples
La forma en la que cada persona aprende es distinta. Las vías pueden ser más lingüístico-verbales, lógico-matemáticas, viso-espaciales, musicales, corporales, visuales, interpersonales, etc. Trabajamos los temas con métodos, didácticas y formatos variados. Así, abrir diferentes puertas de acceso a la realidad facilita el aprendizaje.
Metodología del caso. Simulaciones. Juegos
Buenos casos pueden ayudar a simular situaciones vitales que lleven a una profunda reflexión crítica. Como método socrático, la historia o caso es una pregunta ante la cual caben distintas respuestas y opciones. Por eso, abren el espacio creativo sobre qué decisiones tomar, cómo fundamentar sus soluciones y de qué forma valorar actuaciones.
Educación en valores
El centro de toda educación es la mejora de la persona. Si la vida es como un cuaderno en blanco en el que escribimos nuestra historia, es oportuno tener «buenos materiales», dominar las técnicas, tener hábitos… Pero lo decisivo es contar una buena historia, original, bella y valiosa.
Educación personalizada
Cada persona es única e irrepetible, y su aprendizaje también. Educar personalmente ayuda a descubrir esa originalidad, potenciar los talentos y descubrir y construir sentido. Esta es la novedad que enriquece y contribuye al verdadero progreso en el mundo.